Texto: Ercilia M. Perriere
«Cuanto mejor es el villano, mejor es la película».
Alfred Hitchcock
Los villanos son los peores enemigos de los héroes y los mejores amigos de cualquier guionista, y sus hazañas malvadas son los motores ocultos de cualquier gran película.
Estos seres maquiavélicos se adaptan a cualquier género (oeste, fantasía, ciencia ficción, horror, drama) y sufren cambios constantes, ya que los gustos y las modas cambian junto con ellos. Sus objetivos y los métodos pueden cambiar, pero en última instancia, su función es siempre la misma: hacer de la vida un infierno para los otros personajes de la historia, poniendo a prueba el temple del protagonista, o crear una situación que el héroe (o heroína) tiene que resolver.
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