Texto: Esteban Muñoz
Es difícil recordar otra época en que el documental, género ninguneado como pocos, gozara del éxito de crítica y público que estos últimos años. Películas como Bowling for Columbine o Capturando a los Friedman han demostrado que un documental puede transgredir el formato, la técnica y la temática a las que tradicionalmente aparecía encadenado y conquistar terrenos a priori vedados al género, como ganar la Palma de Oro de Cannes o colgar en los cines el cartel de sold out.
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